sábado, 2 de febrero de 2013

Nabucco (XVI). Acto IV: Gran aria de Nabucco

Después de este dramático y maravilloso preludietto, tiene lugar el recitativo, luego el aria y por último la cabaletta de Nabucco, nuestro rey protagonista.

Éste es uno de los papeles más codiciados para barítono, quizá después de Rigoletto, y es aquí en el cuarto acto donde encuentra su página de mayor lucimiento, tanto vocal como interpretativo.

Necesitamos un barítono brillante, que combine momentos de profunda reflexión y un canto más interiorizado con otros de arrebato, de explosión vocal.

Este fragmento (el recitativo y el aria en sentido estricto) es el reflejo del primer aspecto que debe cubrir Nabucco, mientras que la cabaletta (que presentaré mañana) es manifestación inequívoca del segundo.

Renato Bruson responde en mi opinión mejor al perfil reflexivo y lírico que al del empuje y la voz poderosa. Tiene una línea de canto noble, unos acentos y aliento genuínamente verdianos. Muti acompaña siempre ayudando a la vez que exigiendo.

En cuanto al relato, Nabucco ha recuperado la razón, pide perdón al dios judío y vuelve a su fe.

http://www.youtube.com/watch?v=uqenEpPwwcQ