martes, 12 de febrero de 2013

I lombardi (VII). Giselda se enfrenta a su padre.

http://www.youtube.com/watch?v=70EfuVUFXtc

Giselda en el palacio se pone a rezar de nuevo (las mujeres verdianas son muy muy religiosas todas como iréis comprobando).

Ha enamorado a Oronte, el hijo del tirano musulmán de Antioquía, aunque teme que los cruzados sean derrotados y ver así a muchos compatriotas muertos. Por eso implora la ayuda del cielo.

Sofia (madre de Oronte) entra y le dice que los cruzados han logrado entrar en la ciudad por sorpresa y han matado al tirano, pero también a su hijo.

Entra Arvino para abrazar a su hija cautiva pero ésta lo rechaza: la fe no se defiende matando gente. Dice que el lema de la Cruzada debería ser "Dios no lo quiere". Verdi aquí hace una crítica a estas guerras por religión.

Y toda reflexiva aria (o casi) en este Verdi joven es sucedida por una esplendorosa cabaletta, porque el cantante quiere desahogo, lucimiento, aire. Vamos con ella:

http://www.youtube.com/watch?v=0XLb_aSeRR4

Dimitra Theodossiou, soprano spinto griega actual, especializada en estos papeles de fuerza del Verdi de primera etapa, puede con nota con esta complicadísima cabaletta.

I lombardi (VI). Pagano, líder de la expedición lombarda.

http://www.youtube.com/watch?v=ehx1gw3Rsb0

En pleno monte hay una cueva con un ermitaño dentro, Pagano, que fue exiliado justamente. Este peculiar señor, bien escondido, se oculta aún más al ver llegar a un musulmán pero se da cuenta de que va en son de paz y que es Pirro. Éste le comenta que reniega de su fe musulmana y acude al ermitaño para intentar reconciliar su alma pecadora con la religión cristiana. Le confiesa que tiene a su cargo la defensa de las murallas de Antioquía.

Llegan los cruzados y Pagano hace ocultar a Pirro en la cueva (por si no fueran los cruzados), diciéndole que si quiere ser perdonado debe abrir las puertas de Antioquía a los cristianos. Qué listo Pagano, no sólo se iba sin pagar sino que le va el chantaje.

Pagano se emociona cuando se da cuenta de que las tropas son las lombardas  (lo describe la musiquita tan alegre y marcial que suena al final del primer vídeo). Se pone un yelmo, desenfunda la espada y se ofrece a dirigir el asalto a Antioquía, asegurando que llegarán el día siguiente. Todos le siguen envalentonados.