lunes, 17 de junio de 2013

Rigoletto (IX). Caro nome...10 sopranos (II)

Seguimos disfrutando de las grandes Gildas con otras 5 (lo siento, hoy no tengo tiempo para comentar, qué más me gustaría):


1. Mariella Devia


2. Diana Damrau



3. Andrea Rost


4. Ileana Cotrubas



5. Elena Mosuc


Rigoletto (VIII). Caro nome...¡¡10 sopranos!! (I)

Gilda despide al Duque con una emoción tremenda, tanta que le llevó a dar (a algunas Gildas) un Re bemol agudo. 

Se queda pensando en él y se muestra deseosa de volverlo a ver.

En Rigoletto la soprano aparece algo tarde, a los 20 o 25 minutos, pero Verdi compensa este desequilibrio exigiéndole cantar sin descanso otros 25 minutos en los dos dúos que acabamos de escuchar y en el aria que esta noche os presento, para el que no la conozca.

"Caro nome" es quizá el aria más famosa para soprano de Verdi, rivalizando con las dos de Violeta en La Traviata o, por qué no, el "O patria mia" de Aida. Es habitual en recitales para soprano ligera o lírica de coloratura, se trata de una pieza de mucho lucimiento, una prueba para toda soprano de esta clase.

Es curioso que Gilda sea un papel para una vocalidad de soprano poco común en Verdi. Gilda se encuentra en las antípodas de una Abigaíl de Nabucco, una Lady Macbeth o una Aida, por citar algunos caracteres más "representativos" o típicos de "soprano verdiana". Y es que precisamente, al ser una niña de 16 años, necesitamos una soprano con voz más clara que oscura, con un toque ingenuo, puro, casto, celestial. Ya a lo largo de la ópera va evolucionando el personaje, y esa voz de ligera o lírica-ligera debe pasar a una lírica, con algo más de peso. Por ello, muchas las sopranos que más han frecuentado Verdi, como Caballé, Price, Tebaldi, Freni, Milanov, Cerquetti, han hecho poco o ningún caso a Gilda. Maria Callas es una excepción, la soprano todoterreno. A la inversa, otras que tiran más hacia Donizetti, Bellini, Rossini, o incluso Mozart y el repertorio francés ligero han hecho de Gilda uno de sus papeles fetiche.

Hemos tenido el privilegio de contar con grandes Gildas en la historia discográfica y en los teatros en las últimas décadas. Os propongo las siguientes, a riesgo de que me deje alguna, que siempre pasa:

1. Joan Sutherland, probablemente mi favorita. Ese legato, staccato, legato, staccato a partir de 3.35...ese picoteo, ese trino de 4.30...Se mire por donde se mire, es PERFECTA. Para comérsela.

2. Maria Callas obtuvo enormes éxitos con Gilda a pesar de su voz más dramática. Más seria, con más expresión y carácter, menos barroca que Sutherland. Personalmente, ya lo he dicho, su voz no me gusta por lo a veces estridente y abierta. Ahora bien, no pondré en duda su genio.

3. Luciana Serra, naturalmente no tan conocida y estratosférica como las anteriores, es una soprano con mucha clase. 


4. Renata Scotto es considerada por muchos una digna sucesora de la Callas por la afinidad en sus repertorios e incluso en sus estilos interpretativos.

5. Edita Gruberova. Más cercana a Serra o Sutherland que a Callas o Scotto, aunque con un estilo propio, es considerada por muchos como la última mohicana del belcanto (entendido en sentido estricto), ya que actualmente a sus 66 años sigue llenando las plazas.


Como no me quedo satisfecho y vamos bien de tiempo, mañana pondré otras 5 sopranos que tampoco puedo dejar fuera. Porque es una gozada escuchar el Caro nome bien cantado, por muy manido que esté.
Aclaro que salvo en el caso de Sutherland, el resto del orden no sigue necesariamente mis preferencias.