domingo, 18 de agosto de 2013

I Vespri Siciliani (XI). Arrigo frena el golpe.

La fiesta está en su punto álgido después del ballet, y los conspiradores Elena y Procida se introducen para planear el homicidio del gobernador. Arrigo, con su conflicto interno, advierte a Monforte de que corre peligro, que se aleje. El gobernador se muestra confiado porque está en su casa, qué le podría pasar. En efecto, Elena se dirige a apuñalarlo cuando Arrigo a tiempo se interpone y lo salva. El ejército arresta a los conspiradores salvo a Arrigo, perdonado por su padre. Procida y Elena lo consideran un traidor ya que nada saben de su dilema familiar.

Es un terreno propicio para una escena de masas, a lo grande, con todo el coro y la orquesta al máximo.


De 1.30.55 a 1.40.55, con subtítulos.

De 2.06.20 a 2.18.05. Escenografía superior, así como la batuta de Muti, siempre espléndida y brillante.