viernes, 18 de octubre de 2013

Don Carlo (III). Encuentro casual de Carlos e Isabel en el bosque. Dúo tenor-soprano


Oh casualidad casualidad, la princesa Isabel y su paje Tebaldo se han perdido por el bosque y encuentran a Don Carlos, quien dice ser un miembro del séquito español. El paje va en busca de ayuda, dejando "solos"a los recién conocidos.

A ella le entristece abandonar su país para casarse, a lo que Carlos aprovecha para darle ánimos y regalarle un pequeño cofre con un retrato de parte del Infante Don Carlos. Isabel lo entiende todo cuando relaciona la foto con su cara. Se oye un cañonazo del castillo, que lo interpretan como signo de fiesta.


Tenemos aquí un dúo maravilloso, con melodías maduras aunque tradicionales, juveniles, luminosas, frescas, de enamoramiento, muy distinto a los otros dos dúos tenor-soprano. 



De 14.20 a 25.10. en este DVD referencial, Plácido nos brinda un Don Carlo en plenitud, rico en matices, expresivo y entregado. Freni, en contra de lo que podría parecer por su condición de lírica, canta una Isabel hermosa y radiante, majestuosa y sutil, con una línea de canto, como siempre, italianísima.


La "cabaletta" con el estratosférico e inigualable Bergonzi con la gran señora que es Tebaldi, aunque ya algo ajada, conserva ese estilo único. Dirige quien sólo podría hacerlo así, Georg Solti.

De nuevo Plácido, 13 años antes, mejor de voz incluso, con otra de las grandes Isabel, Montserrat Caballé en absoluta plenitud, con unos pianissimi de los mejores, delisiosa e irresistible. Una de las mejores grabaciones tanto de él como de ella, dirigida por Giulini en 1970. Estudio.


Don Carlo (II). Hace frío en los bosques franceses. Aria de Don Carlo

Acto I (versión de 5 actos en italiano). Estamos en Fontaineblau, Francia, sobre 1560.
En el bosque, los leñadores se quejan del frío y las penurias que sufren, y al momento aparecen unos cazadores persiguiendo a un ciervo seguidos por la hija del Rey de Francia (Isabel) y su cortejo. Isabel da como puede ánimos a los leñadores, que se lamentan del hambre y de la guerra.

Don Carlos, por otra parte, hijo del Rey de España Felipe II, se encontraba escondido entre los árboles para observar sin ser visto a Isabel. Ha llegado desde Madrid contra los deseos de su padre para encontrarse con ella, su prometida, a la que no conoce. Flechazo súbito, y aria de Don Carlo, como está mandao (io la vidi...), juvenil, serena y al mismo tiempo ardorosa.




Hasta 14.15. Plácido, en esta magnífica producción del Met con Levine a la batuta en 1983.


Bergonzi, Carlo, como el personaje que da nombre a esta gran ópera.

Corelli


Bjorling, que canta una versión diferente, parece que en italiano aunque por la difusa dicción del sueco a veces puede uno dudar. Brillante.

Plácido cantando la versión francesa, con Abbado a la batuta

24ª Don Carlo. La más lograda ópera de Verdi.

Don Carlos es una "Grand Opéra" en 5 actos, con libretto en francés de Joseph Méry y Camille du Locle a partir de la tragedia de Schiller "Don Carlos, infante de España" estrenada en Hamburgo en 1787.

Primero se estrenó en París el 11 de marzo de 1867, cuando mi amigo Adrián cumplió -122 años (qué joven debía ser por entonces). Seguidamente, para su estreno en Italia, fue traducida y reformada unas 7 veces hasta la versión "definitiva" en 4 actos que se estrenaría en La Scala el 13 de marzo de 1884, aunque tradicionalmente se suele representar en italiano y en 5 actos (versión de Módena de 1886). Verdi, realmente, a diferencia de las reformadas "Macbeth", "Simon Boccanegra" y "La Forza del Destino", no fijó una versión definitiva.

Superadas las reticencias iniciales para componer para la Ópera de París, porque Verdi no olvida lo que sucedió en los ensayos de Vespri (aquella soprano que se fugó a la Costa Azul sin avisar, entre otros imprevistos), decidió acudir allí ya que el libreto propuesto le interesaba, Giuseppina deseaba volver a París, aburrida de la provinciana vida de Busseto, y quizá Verdi quería darse el gusto de desafiar a la "joven escuela milanesa" que por aquellos años 60 surgía contra la música italiana y por ende con ideas progermánicas.

Se instalaron pues en París una temporadita, si bien como dice el refrán, "las cosas de palacio van despacio y prefirieron regresar hasta nuevo aviso.

En el estreno, plagado de autoridades de todos los sectores, el público no fue más que amable, desinflando las altas expectativas del Maestro. La crítica apuntó de manera muy heterogénea, algunos criticando su tradicionalismo italiano, otros ensalzando su modernidad.

Don Carlo es y probablemente siempre será una de las 3 ó 4 óperas de Verdi más queridas por los aficionados, no sólo verdianos sino también tomada en alta consideración por aquellos más afines a la ópera germana: por la dificultad para encontrar 6 cantantes de altura (tenor, soprano, mezzo, barítono, 2 bajos), su riqueza melódica y orquestal, la tensión de la trama, la perfecta unión de música y texto, la complejidad de su puesta en escena, su larga duración...y por ello no se representa todo lo que nos gustaría.

Iremos desgranando la música, el argumento y los personajes como siempre a lo largo de casi 3 semanas, pero hoy os dejo este fragmento de la serie italiana Verdi, con voz en español, que me la regalaron con ración doble Laura y Adrián, y Carlos y Mari Carmen.