Se abre la caja de Pandora. Llega el padre de Alfredo, Giorgio Germont, a casa de ambos para hablar con Violetta, quien le enseña que va a vender todos sus bienes para poder mantener su vida con Alfredo, al que ama enloquecidamente. Él lo siente como una deshonra para su familia y le pide que haga un sacrificio, que deje a Alfredo.
Alfredo y Violetta se han mudado a una gran casa de campo a las afueras de París. Alfredo está contento (y con-Violetta también), hasta que llega la sirvienta y le revela que Violetta está vendiendo sus joyas y demás bienes para poder seguir viviendo a lo grande. A Alfredo no le sienta demasiado bien, y se desahoga con una cabaletta, que no está mal pero comparando con otras tampoco aporta gran cosa. Alfredo, al lado de Violetta, es prácticamente un secundario.