jueves, 14 de noviembre de 2013

Aida (VI) Ritorna vincitor?...Aria de Aida (II)

Numi pietà del mio soffrir...



Mirella Freni



Martina Arroyo



Maria Callas

Leyla Gencer.

Aida (V). Ritorna vincitor?...Aria de Aida.

¿Qué hacer? ¿Qué desear? ¿La victoria de Radamés y con ello la muerte del pueblo egipcio, entre ellos su padre, o bien que venzan estos y Radamés pierda la vida en el combate? Ahí radica el dilema de esta noble esclava, que ante tantos deseos de guerra y cantos de victoria no sabe dónde meterse.

Aida, soprano lírica-spinto (empujada), con brillo y potencia, voz ancha aunque sin perder la dulzura y la sensualidad tan inherentes al papel, no es una simple esclava, como he venido indicando, sino la hija del rey etíope. Aida no puede luchar contra ese debate, contra sus deseos ni contra su patria, por lo que se resigna, baja la cabeza e intenta disimular con un profundo dolor que no se quita con neurofrén.

Ritorna vincitor une canto con recitativo, declamación y lirismo, conjuga todos los estados de ánimo que rodean a la protagonista en apenas 6 minutos. Debe acabar en un cristalino y piadoso pianissimo, pidiendo ayuda a los dioses.

Leontyne Price, que en los 60 era la hermana gemela de Aida o incluso ella misma, tanto por el físico como por el color oscuro y exótico de su voz y el temperamento.

La Caballé es pura magia (ya sé que me repito pero es así) como Aida, y Muti la mima y la respeta.

Sophia Loren con voz de Renata Tebaldi y subtítulos en español, paseando por las orillas del Nilo, y con medio tono de más...




De 23.00 a 30.00. Aprile Millo, plenamente en estilo, bien tiznada de negro. Subt en español.

Aida (IV). Guerra, guerra, guerra. Trío y concertante.

Radamés no lo tiene tan fácil, pues la malvada princesa Amneris está enamorada de él y se muestra celosa por lo tan soñador que parece Radamés, por lo que le pregunta e inquiere, ya que algo huele. 
Entra la que faltaba, Aida, hecho que desconcierta de alguna forma a Radamés, y esa reacción aporta más sospechas a la orgullosa princesa sobre la relación amorosa entre Radamés y Aida, su esclava predilecta.

Reunida la corte, un mensajero anuncia que los etíopes, con su rey Amonasro (padre de Aida pero nadie lo sabe salvo el público y la propia Aida, creo), han entrado en tierra egipcia destruyéndolo todo a su paso.
El faraón, sin más trámites, declara la guerra nombrando comandante en jefe a Radamés, según los deseos de la diosa Isis. Amneris le entrega la insignia de Egipto y todos claman por la victoria frente a los invasores. Aida no sabe dónde meterse.

El terzetto se convierte en concertante, con el coro en todo en su esplendor clamando guerra guerra guerra contra el invasor, suenan trompetas para animar a la tropa...Ritorna vincitoooor! Chan chan chan chachanchachanchachán...Es un anticipo del fastuoso final del Acto II.


De 10.30 a 23.00