jueves, 28 de febrero de 2013

Ernani (XI). Silva interrumpe la boda de Ernani y Elvira (no hay forma de que le dejen casarse tranquila)

Fiesta en el castillo de Ernani, en Zaragoza, quien gracias a la clemencia de Carlo vuelve a ser duque de Aragón. Se casan al fina Ernani y Elvira, final feliz, pero...suena el cuerno de Silva, que ya le han dado ganas de que Ernani muera, para fastidiar.

Ernani pone la excusa de que se encuentra mal y manda a Elvira a por medicamentos (quizá a la farmacia de la esquina).


Ernani (X). Carlo es emperador!



Carlo se esconde tras cantar su aria en la tumba de Carlomagno 8qué divertido es jugar al escondite, ya Ernani lo hizo en el segundo acto) para sorprender a los conspiradores que han de juntarse allí mismo, pues tiene conocimiento de un complot contra su vida. Llegan los confabulados entre los que están Silva y Ernani. Echan a suerte quien será el encargado de dar muerte al rey. El elegido es Ernani y entonces Silva le ofrece librarle del juramento de muerte que mantienen si le cede el puesto a él. Ernani no acepta. Suenan tres salvas de cañón anunciando la elección de Don Carlo como emperador y éste aprovecha el momento para ordenar la captura de los conjurados. Invaden la escena una multitud de soldados y también Electores y cortesanos, entre los que se encuentra Elvira. Carlo ordena que los nobles sean ejecutados y el resto enviados a mazmorras. Ernani se da a conocer como noble y reclama su derecho a que le ejecuten. Elvira pide clemencia al rey. Carlo, para comenzar bien su reinado, en un gesto de magnanimidad, indulta a todos y consiente en el matrimonio de Elvira con Ernani, al que reconoce como duque. Los presentes elevan sus voces para elogiar las buenas intenciones del emperador, excepto Silva que reclama venganza.

Tras una escena con "poca música", ya que se trata de no hacer ruido para que la operación salga correctamente, tiene lugar un pequeño coro patriótico, no de la envergadura de los presentes en I lombardi o Nabucco. Posteriormente aparece Carlo, que es más listo que nadie, y Ernani saca de nuevo su furia con una melodía desafiante (5.35). Elvira trata de poner paz y paños calientes con otra melodía, pero le dura poco. Carlo dice que es el más grande, el emperador, y lleva la voz cantante en este majestuoso final de acto, con el resto de cantantes a su merced, musicalmente hablando.