sábado, 31 de agosto de 2013

Simon Boccanegra (VII). Fiesco autoriza el enlace de Amelia (una desconocida adoptada) con Gabriele.

Pietro va a llegar para anunciar la venida del Dux, que desea visitar el palacio en breves instantes, pero Amelia piensa que pretende pedirle su mano para que se case con Paolo, por lo que alerta a Gabriele con el fin de que llame a Fiesco (su abuelo de ella, pero desconocen que tienen parentesco) y le autorice antes de que sea demasiado tarde. Fiesco no conoce la identidad de Amelia, pero es dueño del palacio y debe autorizarle. Éste le advierte a Gabriele que no es una Grimaldi sino una huérfana que no se sabe de dónde ha salido, y que fue adoptada por la familia por si les tocaba exiliarse en algún momento y así conservar sus bienes.



De 42.45 a 51.20

viernes, 30 de agosto de 2013

Simon Boccanegra (VI). Amelia y Gabriele se encuentran en dúo. ¡Tome du Segala!

Como decíamos ayer, Verdi retorna al estilo "clásico" de aria-dúo-dúo para suavizar el tenebroso Prólogo.

Entra el tenor en el jardín del Palacio cantando a lo lejos (fuera de escena) una dulce melodía que le produce a Amelia casi excitación, por lo que exige, lógicamente, que el tenor posea un timbre bello y embaucador. Tras carantoñas y amilanamientos varios (destaco la frase "ripara i tuoi pensieri al porto dell'amor", de bella melodía), Amelia muestra cierta preocupación porque Gabriele está metido en una conspiración contra Simón, que aún nadie sabe que es padre de Amelia (ni ella misma). Al final, una cabalettina fogosa.


Bergonzi y Stella, pareja frecuente en los 50 y 60, enormes fraseadores y estilistas verdianos, dejan huella a pesar del mal sonido en esta grabación de Boccanegra que no he escuchado aún.



Domingo, ya cumplidos los 50, canta con una madurez poco acostumbrada para el personaje, que tiene su encanto. Resulta asombroso que como comenté ayer se dedique a cantar el papel de Simón y aquí lo veamos como Gabriele. Supongo que al principio del cambio se confundiría. Kiri no brilla tanto como en el aria anterior porque en el recitativo se requiere algo de fuerza. 


Jaume Aragall y Anne Tomowa-Sintov, con subtítulos en español.




Acabo de comprar en La Lechera un Tomme du Segala, queso de vaca pirenaico, semiduro y no muy fuerte pero se hace potente en boca de forma progresiva.

jueves, 29 de agosto de 2013

Simon Boccanegra (V). Amelia amanece con el mar. Sopranos.

Acto I

25 años después, en el Palacio Grimaldi a las afueras de Génova, junto al mar y al amanecer, Amelia espera con serenidad a su amado, el noble y apuesto Gabriele Adorno.

En este preludio de acto Verdi retrata el mar de una manera prodigiosa. La seneridad de las olas, el murmullo de la brisa, el ascenso del Sol incluso, son fácilmente identificables en este fragmento. No era frecuente esta técnica en Verdi, si bien cuando la ocasión lo requería no esquivaba el realismo.

Amelia comienza a cantar el aria directamente, sin recitativo de ninguna clase, con la voz en frío. Menos mal que no requiere empujes y fuerza que hagan sufrir las cuerdas vocales al estilo de una Odabella o Abigaille, sino un estilo más lírico y sereno, perfectamente integrado en la pacífica atmósfera de una mañana soleada y fresca con el mar de fondo. La tensión aún está por llegar.

Buena parte del público respirará aliviado, se llenará de regocijo, cuando escuche esta bellísima aria, pues tras el tenebroso y áspero Prólogo necesitan aire fresco, melodía dulce, voz femenina, y Verdi sabe como nadie lograr un equilibrio total en sus óperas.



Mirella Freni es una delas Amelia de referencia por el timbre, las cualidades líricas y mediterráneas de su voz y el equilibrio y propiedad en el fraseo. Siempre está en su sitio la Freni.

De 28.15 a 35.15

Aquí la Freni con mejor sonido. ¡Lo que hace la calidad de la grabación! http://www.youtube.com/watch?v=6UNhCrCloYk

Victoria de los Ángeles, pues eso, como los Ángeles.



En el Metropolitan allá por 1995 se ejecutó esta magnífica producción, de las que ahora no diseñan o reponen tanto "porque están pasadas de moda", con un reparto de mucha categoría. La soprano es la neozelandesa Kiri Te Kanawa, bella y elegantísima, algo más ligera que la Freni.


La Ricciarelli, contemporánea de la Freni, atrapaba con su voz luminosa, rica e italiana, que a pesar de algún agudo tirante se mantiene segura en el centro.


Actualmente, Simón Boccanegra está viviendo con Plácido Domingo un protagonismo inusitado, ya que el tenor/barítono septuagenario e incombustible la está llevando por todos los escenarios desde hace 4 años (tuve el placer de verlo en Madrid en 2010). Anja Harteros le ha acompañado en más de una ocasión con su voz algo más dramática que las anteriores, imponente y sólida, que mejorará en los actos posteriores.


miércoles, 28 de agosto de 2013

Simon Boccanegra (IV). El dolor y el júbilo de Simón.

Simón y Fiesco se encuentran en la plaza, a lo que el primero aprovecha para pedirle perdón por las ofesnsas que le dirigió, pero Fiesco le perdonará solamente si le entrega a su nieta. Simón no puede hacerlo porque desde hace ya tiempo se encuentra en paradero desconocido, como se dice ahora.

Simón se dispone a entrar en el palacio de Fiesco, una vez éste se ha ido, para ver a su amada María, y lo que ve es el cadáver. 

Casualmente al regresar a la plaza se aproximaba una muchedumbre que lo aclamaba como nuevo dux, en el momento en que sentía un profundo dolor por la muerte de María.

Con un breve dúo-diálogo en el que no hay estructuras que se repitan, uniendo perfectamente música y texto, Verdi configura esta escena que acaba con una melodía más animada y popular, pues es el pueblo el que la canta lleno de júbilo.


De 17.30 a 27.30

martes, 27 de agosto de 2013

Simon Boccanegra (III). Fiesco lamenta la muerte de su hija. Aria.

Aparece Fiesco, ya la plaza despejada, desesperado y sumido en profundo dolor, pues acaba de morir María, su única hija.

Fiesco es un bajo profundo, que debe lucir graves serenos y seguros. Por su carácter misterioso, es clave en el diseño de la oscura atmósfera de la ópera.

El aria de Fiesco es quizá uno de los fragmentos más "conocidos" del Boccanegra, y manifiesta el llanto del bajo ante la muerte de su hija. Naturalmente no hay cabaletta porque no tiene que vengar a nadie la muerte. Es acompañado por un sereno coro de fondo.

Desde 11.20 a 17.30. Vamos a seguir este DVD, pues se considera el más redondo entre todos los grabados y además está subtitulado al español. El reparto lo encabezan Piero Cappuccilli, Mirella freni, Nicolai ghiaurov y Veriano Lucchetti, dirigidos por Claudio Abbado en las gloriosas funciones de La Scala allá por 1978. Aquí, por tanto, disfrutamos de Ghiaurov.

Boris Christoff


Samuel Ramey.


Simon Boccanegra (II). Los plebeyos conspiran contra Fiesco.

El Prólogo se desarrolla en 1339, a diferencia de los Actos, en 1364. Toda la acción transcurre en Génova.

Frente al palacio del noble Fiesco se reúnen bajo el liderazgo de Paolo Albiani y Pietro los seguidores del partido popular (para más información http://www.youtube.com/watch?v=Y7vYSfWExeo), que son los plebeyos, quienes intentan hacer valer su influencia para buscar la elección de Simon Boccanegra, ex corsario, como nuevo dux de Génova.

Llega Simón, que autoriza el proyecto para así poder arrancar a María de su cautiverio, hija de Fiesco, de la que está enamorado, que ha sido encerrada en el palacio por su padre para evitar su relación con Simón. María y Simón tuvieron una hija, también María, que quedó en poder de Simón.

Los colores son bien oscuros para reflejar el mar y la noche, la penumbra en esa plaza genovesa donde conspiran los plebeyos. 

Hasta 11.20

21ª. Simon Boccanegra (1857/1881). El mar de Génova. ¡Pont L'Eveque!

Simon Boccanegra es un Melodrama en un Prólogo y tres Actos con libretto de Francesco Maria Piave y algunas aportaciones de Giuseppe Montanelli, basado en el drama del mismo nombre escrito por Antonio García Gutiérrez (el mismo autor de El Trovador).

Se estrenó sin mucho éxito en el Teatro La Fenice de Venezia el 12 de marzo de 1857, lo que incitó a Verdi a reformarla junto con Arrigo Boito. La nueva es la que hoy se representa, y fue estrenada en La Scala el 24 de marzo de 1881.

La fría acogida del público se debió a varios factores:

- la escasez de arias o dúos cerrados, con pocas melodías que atrapen a la primera,
- la complejidad del argumento, más en la primera versión,
- el predominio de las voces masculinas: dos bajos y un barítono que llevan la acción, frente a un tenor y una soprano.
- el protagonismo de la trama política y por tanto la posición residual del tema amoroso, entre otros.

Estos elementos nos indican que para tener una relación disfrutable con Simon Boccanegra es necesaria la paciencia y efectuar varias escuchas con detenimiento. Por tanto, el impacto que puede producir Simon es bien distinto al que nos suscitaba cualquiera de las óperas de la Trilogía Popular (Rigoletto, Trovador, Traviata), un amor (u odio) a primera vista, en el que se puede profundizar, y mucho, pero sus melodías son nítidas, pegadizas, absorbentes. Aquí también las hay, aunque más "difusas" y fluidas, como iremos viendo.

El mar se encuentra muy presente en la ópera, y es que estamos en Génova. Verdi dibuja como nadie las olas y la brisa marina, introduciendo el Prólogo y el Acto I.

Simon Boccanegra, como personaje, se sitúa en la ya amplia categoría de padres barítonos verdianos, si bien éste mantiene una relación con su hija incondicional pero de una ternura y empatía mayor que la de Rigoletto con Gilda, por ejemplo.
Es un personaje real, que fue Dux de Génova entre 1339 y 1344, cuando dimitió por presiones de la aristocracia, regresando al poder en 1356 hasta 1364, siendo envenenado por sus rivales. Se considera un humanista con visión de Estado, generoso pero implacable con sus enemigos.

Como no hay obertura y casi ni preludio (muy breve), me parece interesante escuchar la introducción instrumental del Prólogo con Muti al piano, que pone de relieve las enormes diferencias entre la primera versión y la segunda. Empieza con la última.






Queso de forma cuadrada, con aroma áspero y fuerte, se elabora en Normandía, por tanto algo marinero aunque no italiano como el Boccanegra.
http://www.mundoquesos.com/2008/06/pont-lvque.html

sábado, 24 de agosto de 2013

I Vespri Siciliani (XVII). Discografía recomendada.

Apenas contamos con grabaciones de estudio, tan sólo una en su versión italiana. Tampoco hay tanto como se debiera en cuanto a directos, y buena parte de los grandes tenores, sopranos, barítonos y bajos verdianos no han grabado esta ópera. No se entiende, pues resulta como mínimo una obra notable, con destacadas escenas de lucimiento.

1. James Levine; Plácido Domingo, Martina Arroyo, Sherrill Milnes, Nicolai Ghiaurov. Estudio. 1973. Una de las primeras grabaciones de un Levine con apenas 30 años que empieza con una energía y brillo más que prometedores. Se ve rodeado por un reparto estelar en su mejor momento, con estilo verdiano de raza. Buen sonido. Es considerada por muchos la "grabación oficial".

2. Riccardo Muti; Chris Merritt, Cheryl Studer, Giorgio Zancanaro, Ferruccio Furlanetto. Directo 1989. Más reflexivo y maduro que Levine, detallista al mismo tiempo que poderoso, Muti da lecciones de dirección verdiana y de acompañamiento de los cantantes, que sin encontrarse al nivel de la grabación anterior consiguen sacar lo mejor de ellos mismos, brillando bajo el mando de Muti.
Es el DVD de La Scala que he ido adjuntando.

Soy consciente de que existen más pero no tengo el gusto por el momento, y no voy a comentar algo que no he escuchado como es natural.

En DVD, también recomiendo el complicado de encontrar de Riccardo Chailly en Bolonia, con Susan Dunn, Veriano Luchetti, Leo Nucci y Bonaldo Giaiotti, de 1986, del cual algún fragmento hemos escuchado.

viernes, 23 de agosto de 2013

I Vespri Siciliani (XVI). Al fin y a la postre, Elena no quiere.

Arrigo y Elena se dicen cosas bonicas ("cuquis", que diría Carlos), hasta que al marcharse Arrigo entra Procida para decirle a la novia que las campanas que anuncien su boda serán la señal para culminar la rebelión siciliana. Ella se encuentra en un auténtico dilema: quiere detener la conspiración pero tampoco va a delatar a su amigo. Después de pensar un segundo, antepone la memoria de su hermano al matrimonio, dejando a Arrigo estupefacto, y comenzando la matanza contra los franceses.

Tenemos un breve dúo muy cantarín que normalmente se omite por el Re agudo exigido al tenor, y a continuación otro conjunto, en este caso terceto, con Arrigo, Elena y Procida, en el que el tenor explota contra ella, como es lógico, antes del desenlace con todos en escena. Una maravilla verdiana, señores.



Desde 3.09.40 hasta el final. Merritt, Studer y Furlanetto, dirige Muti.


Domingo y Arroyo en el duettino


Bonisolli y sus aclamados agudos.

El terceto, con Cerquetti, Tagliabue y Christoff

miércoles, 21 de agosto de 2013

I Vespri Siciliani (XV). Elena vuelve a cantar. Problemas operísticos.

Todo preparado sorprendentemente para la boda de Arrigo y Elena. Fiesta en el Palacio del Gobernador con bailes y música en sus jardines. La novia, fuera el luto y de blanco, canta una de las arias técnicamente más complicadas de resolver para una soprano spinto verdiana, repleta de agilidades al más puro estilo belcantista. La mayoría de sopranos se estrellan, y diría que ninguna Elena la ha cantado de manera sobresaliente.


De 3.01.50 a 3.08.40. A pesar de que la mayoría de la crítica discográfica considera que Studer hace una chapuza en el bolero, personalmente discrepo porque salvado algún desafine al final, la coloratura no parece tan borrosa. Aceptable diría, no chapuza.

Maria Callas sale más que bien parada del reto.

Montserrat Caballé en un terreno no propicio hace lo que buenamente puede
http://www.youtube.com/watch?v=ZOJ4-Hv6WKE

La Netrebko está apuntando maneras este año, porque se está lanzando al peligroso campo de la soprano verdiana. Ha grabado un CD hace nada, y de lo poco que he escuchado me gusta.

Y las que la cantan perfecta:

El Bolero de la Sutherland es EL modelo, con todos los trinos y agudos limpios y geniales, su Mi bemol final y todo. Pero claro, no ha cantado el papel entero porque no cumple lo requisitos.


De la Dessay podemos decir algo similar aunque el agudo final es algo más duro y seco.


En la misma línea la Gruberova, que como la Dessay, no es una soprano verdiana.



¿Queda claro no? Es todo un dilema porque es casi imposible encontrar una Elena que pueda con la ópera y que brille en el Bolero.

Esta entrada se la dedico a Eugenio porque me consta que es una de sus arias favoritas.

I Vespri Siciliani (XIV). Todos a salvo. Hay boda. Sabroso cuarteto.

Entra Procida e informa a Elena que ha llegado una nave aragonesa cargada de oro y armas, lo que le devuelve cierta esperanza, que se desvanece cuando aparece Monforte ordenando la ejecución. Arrigo ruega que salve la vida de sus compañeros, a lo que su padre acepta con una condición: que le reconozca ante todos como su progenitor. Al principio duda, pero ante la necesidad clama un "Padre!". Todos son perdonados, y en un clímax de alegría Monforte anuncia la boda de su hijo con Elena para esa misma tarde (a saber cómo se las apañarían para prepararla), sellando la amistad entre Francia y Sicilia. Si lo que Monforte quería era recuperar a su hijo y nada más...

La presencia de los 4 personajes principales provoca un íntimo cuarteto en el que destaca el tenor y la añoranza de la soprano. See nota que Verdi quiere distinguir el mensaje de Monforte, que es de contraste respecto a los otros tres personajes. Tan sublime es el cantabile como el electrizante y majestuoso final, del mejor sabor verdiano.


De 2.04.40 a 2.21.00

2.46.50 a 3.01.30

I Vespri Siciliani (XIII). Todo para el tenor y la soprano. Aria y dúo.

Como explicaba en la entrada anterior, Arrigo intenta convencer a Elena de los motivos que le llevaron a salvar a Monforte, a lo que ella le compadece, semuestra comprensiva, y vuelve la llama del amor.

No es muy típica la estructura de este dúo, que da pie con un agitado "recitativo" (no parece tal por la riqueza y claridad de sus melodías) y no continúa con el habitual cantabile sino que el Maestro intercala un aria preciosa para la soprano, que provoca su fin con una suave y luminosa cabalettina.

De 1.51.30 a 2.04.40

Maria Callas deja a más de uno petrificado en esta sentida interpretación.

La Cerquetti nos regala ese timbre prodigioso y aliento verdiano sobresaliente.

Cada vez entenderé menos por qué la Caballé no grabó oficialmente Vespri. ¡Está que se sale!

Los dúos

El primer fragmento que escuché de Vespri fue esta misma grabación del dúo en voces de Alagna y Gheorghiu, que no grabaron la ópera completa. Se han vuelto a divorciar por enésima vez, ¿será la última?

Caballé y Gedda, más en estilo la primera que el segundo.

I Vespri Siciliani (XII). Va de tenores.

Fruto de los nuevos privilegios de que ahora goza Arrigo, le han concedido un permiso para visitar a sus amigos a la cárcel. Elena al principio le rechaza por traidor pero él comienza a explicarse y ella a entenderle.

Arrigo es un tenor lírico-spinto verdiano con la peculiaridad de requerir un registro agudo más amplio y seguro que para otros personajes verdianos de la cuerda. Quizá por ello no ha sido un papel frecuente, y más de uno y de dos omiten el duettino del Acto V, que pide un Re agudo (!!), el cual escucharemos dentro de poco. Es un tenor de fuerza, por tanto, que tenga facilidad para plegarse a momentos más líricos, muy abundantes.

Sorprendente y lamentablemente, Bergonzi no ha grabado (no sé si cantado) I Vespri Siciliani, una de las pocas de Verdi de las que no hemos escuchado su voz. Sí tenemos el recitativo y aria de Arrigo que nos ocupa, y si bien es cierto que no soy proclive a poner cantantes que no han desarrollado la ópera en concreto, por ser Bergonzi hago una excepción.


Plácido sí cantó y grabó Arrigo, uniendo energía, teatralidad, entrega, señorío y un estilo impecable. Sorprendente si tenemos en cuenta que el registro agudo no ha sido su mejor baza.



Richard Tucker muestra su mejor estilo verdiano haciéndonos olvidar su poco afortunado timbre.


Merritt es un tenor habitualmente encuadrado en Rossini, que fue reclamado para Arrigo quizá por la brillantez de sus agudos, y aunque canta de maravilla, carece del alto verdianismo de otros colegas. Repito, canta más que bien. De 2.19.00 a 2.28.05.

A pesar de la mala calidad del sonido, podemos apreciar el brillo y la seducción de Bonisolli en esta magnífica aria.


El caso de este tenor, Gregory Kunde, es de libro. Quizá sea el único que ha cantado el Otello de Rossini (1816) y el de Verdi (1887), que sólo comparten el argumento, porque canora y estilísticamente son casi opuestos: Rossini es de coloraturas, agilidades, lirismo contenido; el de Verdi necesita fuerza y vigor, arrebato, no lejos de delicadeza o lirismo pero entendido de otra manera. Pues este señor lleva en repertorio ambos simultáneamente, con otros personajes muy dispares. Tiene 60 años y sigue llenando "plazas de toros", es toda una referencia dada el hambre de tenor verdiano actual que los aficionados padecemos.
Escuchar hasta 9.35.


Luchetti cantó el aria alternativa, también bellísima y que acabo de conocer ahora mismo buscando en Youtube. 

domingo, 18 de agosto de 2013

I Vespri Siciliani (XI). Arrigo frena el golpe.

La fiesta está en su punto álgido después del ballet, y los conspiradores Elena y Procida se introducen para planear el homicidio del gobernador. Arrigo, con su conflicto interno, advierte a Monforte de que corre peligro, que se aleje. El gobernador se muestra confiado porque está en su casa, qué le podría pasar. En efecto, Elena se dirige a apuñalarlo cuando Arrigo a tiempo se interpone y lo salva. El ejército arresta a los conspiradores salvo a Arrigo, perdonado por su padre. Procida y Elena lo consideran un traidor ya que nada saben de su dilema familiar.

Es un terreno propicio para una escena de masas, a lo grande, con todo el coro y la orquesta al máximo.


De 1.30.55 a 1.40.55, con subtítulos.

De 2.06.20 a 2.18.05. Escenografía superior, así como la batuta de Muti, siempre espléndida y brillante.

sábado, 17 de agosto de 2013

I Vespri Siciliani (X). Gran ballet a la francesa.

Verdi se ve obligado a componer un ballet para el estreno de I Vespri en París, como toda ópera allí estrenada. Ya lo hizo con Macbeth pero de manera menos extensa. Aquí el maestro demuestra su exquisito gusto musical para integrar este magnífico ballet en la escena. Se divide en las 4 estaciones: invierno, primavera, verano y otoño.
Es una maravilla, lo digo yo que no soy un gran amante del ballet aunque me gusta bastante. 

Lamentablemente, es habitual suprimirlo sobre todo en Italia, para que se haga menos larga, aunque su eliminación resta cierto sentido a la trama.

De 1.35.00 a 2.16.10. Dirige Muti.

I Vespri Siciliani (IX). Discusiones de familia. Dúo barítono-tenor. ¡Munster!

Entra un oficial con Arrigo, detenido, le pregunta al gobernador el castigo a imponerle, y éste le absuelve para hablar tranquilamente con él. Le empieza por sugerir que ha habido relación y aprecio entre ellos para inmediatamente enseñarle la carta. Arrigo tarda en atar cabos, o no los quiere atar, y concluye, desesperado, que la consecuencia es perder a su amada Elena. Monforte se muestra más afable y conciliador, con una actitud muy distinta a Arrigo, que casi ni le mira y no atiende a razones. Incluso le insulta, lo que cabrea a Monforte en esa prodigiosa cabaletta.

Sin ser I Vespri una de mis favoritas de Verdi, contiene fragmentos excepcionales, de primera, de mi top ten, como este dúo paterno-filial que integra el canto con la expresión, las melodías, los colores, los tempi en un dúo redondo y compacto (como los CD). Si os acordáis de la obertura, toma la melodía principal del dúo, que aquí aparece dos veces: la primera iniciada por Monforte más serena, la última a modo de cabaletta tomada por Arrigo agresiva y desesperada. Ole Verdi.


IMPECABLES Plácido y Sherrill

La última parte del dúo con Zancanaro y Merritt.



De 1.19.50 a 1.30.20. Nucci y Armiliato con subtítulos en español. No les hace falta escenografía para que sus interpretaciones cautiven.

Queso francés intenso y potente como la escena que nos acompaña, un pasta blanda auténtico, es el Munster

I Vespri Siciliani (VIII). Monforte quiere recuperar a su hijo. Va de barítonos.

En una escena de lo más íntima, Monforte recuerda aquella joven siciliana a la que raptó, quien después le escribió una carta justo antes de morir comentándole que la dejó preñá, y ese hijo es precisamente Arrigo.  Está rodeado de lujos, sí, pero añora a su hijo y quiere recuperarlo (como Juncal aunque con algo más de sinceridad). Casualidad es que lea precisamente la carta en ese momento y no lo supiera antes.  Escena íntima, decía, porque se encuentra sólo en sus aposentos y aparece el lado más paternal de este en principio cruel y despótico personaje. Con esta aria, si el barítono es bueno, probablemente se haya ganado la popularidad del espectador. 

Monforte es otro de los grandes papeles de padre "alla verdiana", siguiendo la estela de Nabucco, Foscari o Rigoletto, con unas exigencias vocales similares y algunos sentimientos comunes, quizá complicados por lo contradictorios que pueden resultar, ¡y es que el romanticismo es eso! Monforte debe ser un caballero, no un simple tirano, con empaque, brillo, solera.





Sherrill Milnes, en uno de sus mejores roles, en el que se puede lucir a lo grande.


Zancanaro, a las ópdenes de Muti, también es referencia para Monforte, especialmente en el carácter autoritario que le imprime combinándolo con la vis paternal de manera prodigiosa.



Bruson, uno de los mejores fraseadores que ha dado la lírica italiana, no podía faltar en este selección.



De 1.09.15 a 1.19.00. Nucci, con subtítulos en español. Con sus virtudes y defectos, es una gozada escucharlo y verlo en teatro, es un oasis en medio del desierto operístico verdiano hoy.


jueves, 15 de agosto de 2013

I Vespri Siciliani (VII). Bailes marineros y barcarolas nocturnas

Un oficial francés se dirige a Arrigo con una invitación a una fiesta en casa de Monforte, el gobernador. El revolucionario la rechaza, pero lo arrestan y lo llevan a la gala en contra de su voluntad. Varias parejas de jóvenes se divierten bailando al son de una tarantella, y los oficiales franceses, prendados de la belleza de las chicas, intentan raptarlas.

Procida y Elena ven la ocasión perfecta para atacar a Monforte, y consolidan su conspiración.

Verdi es especialista en escenas festivas, frecuentes en sus óperas, y les aporta un brillo fresco e irresistible.
Tarantellas y otros bailes sureños se combinan con una especie de barcarolla al final serenísima y de sabor marinero.

De 1.00.30 a 1.12.30. Para cambiar un poco, Las Vísperas de Muti en La Scala



miércoles, 14 de agosto de 2013

I Vespri Siciliani (VI). Procida, Elena y Arrigo conspiran contra el yugo francés. Dúo tenor-soprano

Procida se reencuentra con sus viejos amigos la Duquesa Elena y Arrigo, todos llenos de gozo. Entre pitos y flautas plantean una conspiración contra el yugo francés, para lo que necesitan convencer y unir al pueblo. Arrigo está dispuesto a luchar con Procida cueste lo que cueste.

Se quedan solos Arrigo y Elena, y aquél le canta unas cosas muy bonicas y se la liga (ojála fuera tan sencillo). Ella cae rendida, pero le pone una condición: "seré tuya si vengas a mi hermano". Él lo jura por su cabeza y su corazón (parece un lema electoral).

El dúo es una presiosidad, como dicen en Torrevieja, de un lirismo íntimo y arrebatador.
En esta primera versión resulta si cabe más creíble ya que soprano y tenor son en la vida real matrimonio, así que no necesitarán ni ensayar.

De 48.15 a 57.40. (Poned los subtítulos en español)- Dessì y Armilliato.
http://www.youtube.com/watch?v=vBc8j6DhnCc&noredirect=1

Arroyo y Domingo, para mí la mejor versión de esta ópera.
http://www.youtube.com/watch?v=uLdrYEK6nSM


Caballé y Gedda, también sensacionales.

lunes, 12 de agosto de 2013

I Vespri Siciliani (V). O tu Palermo, terra adorata

Tenemos ya el Acto II con su preludio y un nuevo personaje con registro de bajo: Procida; un revolucionario siciliano, médico, que se exilió voluntariamente y acaba de volver por mar a Palermo. Alaba a su patria, Palermo, en una elegíaca aria y anima en una cabaletta a sus compañeros a luchar contra el régimen opresor.


Giacomo Prestia, en las funciones de Parma en 2010 a las que tuve la oportunidad de asistir.


El enorme bajo Cesare Siepi, al piano sin la cabaletta, voz ideal de bajo verdiano.

I Vespri Siciliani (IV). Temerario! Señorial dúo tenor-barítono

Elena ha provocado a sus vecinos, que están dispuestos a atacar alos franceses, pero aparece Monforte (barítono) e infunde autoridad silenciando las manifestaciones. También llega Arrigo, un joven revolucionario recién liberado de la prisión, que presume de que los jueces han sido esta vez justos contra el criterio de Monforte, que se encontraba a escasos metros con la oreja puesta, cuestiona sus opiniones. Se quedan solos y se presentan. Monforte le pregunta su nombre y de dónde viene. Arrigo contesta que su padre se exilió y murió su madre (es ya habitual en Verdi el tenor huérfano y desdichado que lucha por algo, ya sea por la patria o por una mujer, es este caso por ambas).
Monforte valora el coraje y la determinación de Arrigo aunque sea del bando enemigo, aunque luego le ordena que huya si no quiere sufrir graves consecuencias. Arrigo dice que prefiere morir a rendirse, como buen patriota romántico.

Inicia la escena una pieza con las voces desnudas, ya utilizada la fórmula en Luisa Miller, por ejemplo, para así reflejar mejor la opinión de sorpresa y consternación de cada uno ante determinada situación.
Le sigue un recitativo, y acaba el acto con un soberbio dúo tenor-barítono donde conversan (el cantabile, suave, lírico, moderado) y discuten (la cabaletta, con ese pararam pararam a modo de caballo).





De 24.40 a 36.45, Leo Nucci como Monforte, y Fabio Armilliato como Arrigo. Como dato curioso, los que hayáis visto la película de Woody Allen "De Roma con amor" lo identificaréis de inmediato. Vi estas funciones en Parma aunque sin el tenor porque ese día canceló por motivos de salud, y le sustituyó un asiático con traje negro leyendo la partitura, haciendo lo que buenamente podía. La puesta es demasiado básica, se nota que en Parma no hay apenas presupuesto. Lo entiendo, pues mejor gastar lo poco que hay en cantantes que en escenas varias.



Aquí una versión maravillosa del dúo con Milnes y Plácido, aunque el sonido no sea el mejor (en la grabación que tengo yo suena impecable).

domingo, 11 de agosto de 2013

I Vespri Siciliani (III). Elena canta. Duelo de sopranos.

Elena canta a petición del oficial francés, y aprovecha que el Pisuerga pasa por Valladolid para clamar libertad para el pueblo siciliano, aunque metafóricamente, porque los franceses no se enteran de mucho.

Elena es una soprano verdiana dramática de agilidad, que debe ser hábil en diferentes registros porque combina partes más líricas, de largas frases, con otras de bravura llenas de agilidades complicadísimas (como el aria del Acto V, que tela marinera y nunca mejor dicho).

Es un aria triste, oscura, algo marinera, hasta que de momento se envalentona para dar ánimos al pueblo sicilianio, "coraggio", que no se rindan en la búsqueda de libertad. Parece que nos recuerda al Verdi temprano, porque perfectamente podríamos escucharla en boca de Odabella (Attila) o Giselda (I Lombardi).


La soprano neoyorkina Martina Arroyo basó su carrera operística en Verdi porque su voz, su estilo y su aliento son puramente verdianos. Gran fraseadora, sensual, siempre señora y elegante. Aquí tiene la oportunidad de lucirse, aunque en voz por ejemplo no gana a Leontyne Price o a Tebaldi, otras dos verdianas de referencia que en cambio no cantaron Elena.


La Studer, como dije ayer, no tiene ese aliento verdiano de la Arroyo por ejemplo. Sí cuenta con una voz riquísima, opulenta, plena y muy atractiva, aunque los graves no sean su fuerte. Me gusta mucho esta soprano.


Susan Dunn. De 19 a 25.30. No sé por qué no va de negro.



Montse

I Vespri Siciliani (II). Elena quiere cantarle a los soldados.

Estamos en Palermo, 1255.

En la plaza mayor, enfrente del palacio de la Duquesa Elena, un grupo de soldados franceses cantan y alaban a su patria, mientras los sicilianos murmuran contra ellos, los opresores. Sale del palacio la Duquesa vestida de luto riguroso (los franceses han matado a su hermano) clamando venganza contra los invasores. El oficial Vaudemont (personaje secundario), que se queda hechizado por su belleza, le pide que sea ella la que  les cante algo, que se entone por bulerías.


Desde 11.00 hasta 18.30. Muti dirige en las exitosas funciones de La Scala allá por 1989, el año en que nací. Cheryl Studer, no muy verdiana pero de bello tiembre y buena actuación escénica, acompañada con el portentoso coro de la Scala, vigilados por el todopoderoso Muti.


20ª. I Vespri siciliani (1855). Francia e Italia. Soberbia Obertura

Drama en 5 actos, con libretto de Eugène Scribe y Charles Duveyrier, Las Vísperas Sicilianas fue estre estrenada en francés el 13 de junio de 1855 en la Opèra de París.

El libreto procede de otro escrito para Donizetti también por Scribe, Le Duc d'Albe (El Duque de Alba), en 1839, para el que se cambió su ubicación original de los Países Bajos por Silicia.

Como su apellido indica, a Scribe le entusiasmaba escribir librettos, aunque no exactamente en su madurez artística. Tenía una oficina de "negros", escritores de segundo nivel, entre ellos Duveyrier, que le componían cientos de librettos en los que aparecía la firma de Scribe y del "coautor", en este caso Duveyrier.

La génesis de I Vespri no fue un sendero de rosas. Verdi había firmado ya en 1852 un contrato con la Opèra y no le apetecía al año siguiente, una vez estrenadas Trovatore y Traviata, empezar con el proyecto. sobre todo porque debía adaptarse a las exigencias de la ópera francesa: 5 actos, un gran ballet, predominio, escenas espectaculares y pomposas...Una concepción muy diferente a la del melodrama italiano, sin ballet, donde el canto era un fin y no sólo el medio, y la emotividad prevalecía sobre la "grandeur" francesa.

Tras numerosas correcciones del libretto porque al Maestro no le convencía, y el abandono sin avisar de la prima donna, que se había fugado durante los ensayos literalmente sin dar explicaciones a la Costa Azul y se la buscó por toda Europa, se consiguió estrenar esta maravillosa ópera que hoy raramente se representa por la dificultad que supone su fastuoso montaje y la necesidad del ballet, aunque normalmente se suprime.

Por otro lado conviene señalar que la versión más extendida es la italiana de 5 actos y no la francesa (no tengo el gusto de conocerla), y no abundan las grabaciones discográficas. Una lástima, porque es poseedora de unas escenas y melodías prodigiosas. No hay que olvidar que es la última ópera verdiana de trama patriótica, aunque con un sabor distinto porque ya estamos en un periodo de madurez compositiva, en el que Verdi ya no estrenaba una o dos óperas al año, sino una cada dos o tres años, repensando y perfilando cada vez más sus obras.

Comienza con una gran obertura, de marcado carácter sinfónico, más rica y compleja en colores y sonoridades, que sintetiza algunos de los temas que se escuchan en la ópera: sobre todo el célebre y delicioso dúo entre Monforte (barítono, y padre) y Arrigo (tenor).


En 4.10, (el dúo de tenor y barítono del Acto III) es de lo mejorcico de Verdi. Me imagino un viejo velero pirata surcando los mares mediterráneos entre olas y calma, en un día soleado. Verdi recalca y mejora la melodía en 6.45, que con esas flautas me sugiere el chapoteo del agua. Esa melodía me acompaña continuamente, en cualquier momento puedo tararearla, siempre la llevo conmigo. ¿Color? Azul mar.

La melodía de 3.20, aquí más briosa con Muti.

La Traviata (XIX). Discografía referencial.

Intentaremos resumir, injustamente, la vasta producción discográfica de esta obra maestra.

1. Callas, Kraus. Ghione. 1958. Directo del San Carlos de Lisboa, que os he ido mostrando.

2. Caballé, Bergonzi, Milnes; Pretre. 1967. Estudio, donde se aprecian perfectamente las geniales voces de este terceto histórico y en su mejor momento.

3. Sutherland, Bergonzi, Merrill. Pritchard. 1962. Estudio. Bergonzi y Sutherland están intachables. Genial.

4. Scotto, Kraus, Bruson. Muti. 1981. Estudio. La mejor dirección, una grabación redonda si no fuera por la voz algo estridente de la Scotto.

5. Gheorghiu, Lopardo, Nucci. Solti. 1994. Directo pero con sonido de gran calidad. El lunar es el tenor, de timbre poco agraciado y nada verdiano, lo que no eclipsa el brillo de soprano y barítono, y sobre todo, de Solti.

6. Netrebko, Villazón, Hampson. Rizzi. 2005. Grabación de las funciones de Salzburgo, con el interés imprescindible de Anna Netrebko.

Suma y sigue.

lunes, 5 de agosto de 2013

La Traviata (XVIII). Se apagó.

Y muere, al menos acompañada de Alfredo y Germont padre. Es alucinante que justo antes de caer percibe (o cree percibir) un renacimiento, un momento de fuerza y de recuperación, que hace a la muerte más desgarradora. Verdi sin duda es el padre del drama romántico, y también del verista, al anunciar La Bohéme y tantas óperas de esta corriente finisecular. La primera vez que vi Traviata lloré, con el DVD de la Netrebko que a continuación os muestro, junto con otras grandes Traviatas.

Callas

Netrebko

                                                                        Gheorghiu

domingo, 4 de agosto de 2013

La Traviata (XVII). El que faltaba... ¡Camembert!

Más vale tarde que nunca, eso es lo que pensó Alfredo, que acudió volando para interesarse por Violetta, ya moribunda y desolada. Intenta darle ánimos, que dejarán París para irse lejos, desaparecer de las gentes, a algún lugar donde no los conozcan. Ella, llena de rabia, se queja de que vaya a morir tan joven y que en ese tiempo haya sufrido tanto.

Mientras que en otras partes de Traviata Verdi se abre caminos, aquí el gran dúo tenor-soprano cuenta con una estructura tradicional: cantabile, tempo di mezzo, cabaletta, y sirviendo la estructura al drama y no al revés, porque Verdi refleja precisamente con la música la situación de Violetta en cada momento. Sólo necesitamos además una buena soprano para hacer justicia al papel.


Kraus y Callas

Bergonzi y Caballé


Villazón y Netrebko (subtítulos)

Bergonzi y Sutherland.




http://www.mundoquesos.com/2008/06/camembert.html

El queso de hoy va dedicado a mi amigo (pero no seguidor del blog) Javier, que me pidió que publicara un post con el Camembert. El caso de Javi es especial, porque de normal come quesitos, utilizándolos en el plato más inesperado aunque sea con calzador, y para descansar echa mano del Camembert del Mercadona. El queso normando está bueno, y te entiendo porque también soy jurista, pero hay vida más allá! Felicidades Javi.