martes, 18 de junio de 2013

Rigoletto (X). Raptan a Gilda, y Rigoletto ni se entera.

Se acerca alguien por el callejón de Rigoletto. Son Marullo, Borsa y otros cortesanos, que van a raptar a la que creen amante de Rigoletto, que no es otra que Gilda. Oportunamente se tropiezan con Rigoletto, a quien Marullo le explica que van a raptar a la esposa de Ceprano, que vive en la misma calle. Como está tan oscuro él, ingenuo, se lo cree. Lo enmascaran como ellos y aprovechan para vendarle los ojos. Él se dispone a colaborar en el rapto, en el de su propia hija. Se da cuenta tarde, y hace responsable a ¡¡la maldición!!

Cuesta creer que Rigoletto se deje vendar y que esa venda le lo suficientemente sordo para no sentir los gritos desgarradores de socorro de su hija que estaba bajando por la escalera que él mismo estaba sujetando, pero bueno, es lo bello de la fantasía, que te la tienes que creer. Veremos que en Il Trovatore se requiere aún mayor fe.

Como es una operación nocturna y silenciosa, el coro canta suave, ágilmente y de una vez. Cuando la gestión está terminada y Rigoletto espera impaciente, se quita la venda y le entra la histeria. Ahí la orquesta se pone de parte de Rigoletto, para terminar con la maledizione, en la que Muti toca disminuyendo y haciendo crecer el sonido de una manera única, en 56.40.

Escuchar de 51.50 a 57