martes, 30 de julio de 2013

La Traviata (XII). Alfredo se desahoga. ¡Maroilles!

Alfredo juega a las cartas (aquí parece la ruleta por el reloj dando vueltas) con un grupo de invitados, mientras ve entrar a Violetta, como esperaba, acompañada del Barón Duphol, que también se une al juego para retar a Alfredo, pero éste gana todas las partidas. 

La cena está lista y tienen que posponer el juego. Violetta y Alfredo se quedan a solas, lo cual es aprovechado por ella para insistirle que la deje, que será mejor para todos. Él se enfurece, aún más si cabe cuando ella le comenta, falsamente, que ama al Barón, y aquí arde Troya: Alfredo llama a los invitados para que se enteren de la infidelidad de Violetta, para dejarla en ridículo (aunque seguían todos en París). No le pega pero sí le lanza billetes a la cara, generando el rechazo absoluto del resto de invitados.








Para esta violenta situación se necesita un queso con potencia, y ya que estamos en Francia os propongo el Maroilles, conocido como "viejo canalla". Corteza lavada amargo y áspero, con fuerza.