miércoles, 26 de junio de 2013

Rigoletto (XVII). Un cuarteto especial, con un ejemplo chocante.

Verdi ha dejado de manifiesto su genio en las escenas, coros, arias, dúos, tríos, conjuntos...y en los cuartetos. El más perfecto, proporcionado y apolíneo cuarteto verdiano que escucharse pueda, junto con el de Don Carlo (a mi juicio, naturalmente) es el de Rigoletto. Tenor-soprano-barítono-mezzosoprano. Simetría absoluta y participación de las 4 voces en múltiples combinaciones, con risas incluidas. No dejéis de escuchar el último vídeo, en el que la mezzo entra varios compases antes de tiempo, descoloca por completo al tenor componiendo una nueva edición crítica sobre la marcha del Quartetto de Rigoletto.


Pavarotti, Sutherland, Milnes, Tourangeau. Bonynge 1971.

Kraus, Scotto, Bastianini, Cossotto. Gavazzeni 1960



Domingo, Cotrubas, MacNeil, Jones. Levine 1977

Como curiosidad, Plácido haciendo aquí de Rigoletto y no de Duque, 35 años después



IMPRESCINDIBLE. La mezzo entra en 0.40, varios compases antes de tiempo, y el tenor no sabe cómo reaccionar. Lo mejor es que al final saben resolverlo, pero debió ser un minuto tremendamente duro para todo el reparto y la orquesta.