domingo, 14 de abril de 2013

10ª: Macbeth (1847). Verdi da dos pasos adelante.

Melodrama en 4 actos con libreto de Francesco Maria Piave, revisado por Andrea Maffei, basado en la tragedia de Shakespeare escrita en 1605.

El estreno tuvo lugar en el Teatro della Pergola en Firenze (he asistido a algunos conciertos de cámara allí), el 14 de marzo de 1847, con un éxito apoteósico de público aunque no tanto de crítica.

Verdi salió a saludar en la representación hasta 27 veces, según testimonio de Barezzi, su eterno suegro, a quien le fue dedicada esta ópera.

El libreto de Macbeth no difiere esencialmente de la obra de Shakespeare más que en el carácter del protagonista. Si originariamente es un ser manipulado y dominado por su esposa y las circunstancias que lo vuelven malvado, Verdi ya lo hace monstruo que va a destruir al mundo. En lo demás, se es bastante fiel a la obra original.

Si bien fue estrenada en 1847 en Firenze, Verdi la reformó en 1865 para estrenarla en París introduciendo un ballet, sustituyendo unas cabalettas por arias más dramáticas y teatrales y modificando el coro del acto cuarto, entre otros. cambios. No fue hasta 1874 su estreno en La Scala.

Verdi no quería que el estreno absoluto fuera en el teatro milanés por las malas relaciones que existían entre compositor y teatro en aquellos momentos, que más tarde se recompusieron.

El maestro vigilaba permanente y completamente los ensayos, exigiendo 4 por día. En total fueron 151, según los escritos de algunos cantantes. Se sentía con fuerzas después de los problemas de salud del año anterior durante la composición y estreno de Attila, cuando el médico le mandó 6 meses de reposo, que los cumplió a rajatabla, aunque se aburría de vez en cuando.

Con su estilo peculiar, rechazó que Piave terminara el libreto porque no le gustaban los dos últimos actos y se lo pasó a Maffei. También fue muy "tiquismiquis" con la escenografía, la actuación de los cantantes y la forma de recitar y cantar.

Macbeth es una de las óperas de Verdi más amadas por él mismo.

Preludio, breve, que anuncia algunas de la melodías tenebrosas de Macbeth, dirigido por nuestro Muti en La Scala, representación de 1997.