jueves, 5 de septiembre de 2013

Simon Boccanegra (XI). (Casi) todos contra Boccanegra, Escena, Aria y Dúo.

Mientras Paolo está "acojonao" por la maldición que se ha echado a sí mismo para disimular ante Simón y el pueblo genovés, traen a Fiesco y Gabriele, detenidos provisionalmente (por si hubiera riesgo de fuga). Paolo quiere la colaboración de Fiesco para matar a Simón, pero Fiesco, aunque odia a muerte al Dux, no está dispuesto a ser cómplice de un plebeyo cualquiera como Paolo y prefiere quedarse en la cárcel. 

Como con Fiesco no ha colado, Paolo trata de convencer a Gabriele engañándolo, contándole que Simón es amante de Amelia. A Gabriele le han tocado la fibra sensible y por ello se muestra decidido a ayudar a Paolo en la operación.

Gabriele se encuentra con Amelia y le pide explicaciones con acusaciones varias que ella desmiente, pero su discurso convencería más a Gabriele si revelara el secreto de que Simón es su padre. Lo que hubiese arreglado Amelia en ese supuesto.

Tenemos pues una escena entre Fiesco, Paolo y Gabriele, a la que le sigue un maravilloso dúo entre el tenor y la soprano. Ya os estaréis dando cuenta de que cuando aparece Amelia las formas y las melodías son más tonales y apolíneas, más en la línea de la tradición verdiana. Cuando ella no está, el lenguaje musical y teatral se oscurece y se tensa, pasando a ser generalmente "atonal" sin frases melódicas tan "armoniosas".

De 1.25.15 a 1.39.05. Ghiaurov, Freni y Luchetti.

El catedrático, el imbatible, el incombustible, el rey de los tenores, el rey de los verdianos, Carlo Bergonzi


Corelli con su voz arrolladora.


El gran Carreras en tiempos, y la gran señora Freni, en una grabación de absoluta referencia.


Te Kanawa y Domingo