Felipe II pide consejo al Gran Inquisidor acerca de qué castigo imponer a su hijo Carlo por su desmesurada conducta, y duda entre la ejecución y el destierro. El Gran Inquisidor, nonagenario y ciego pero con un magnífico control sobre la Iglesia española, le autoriza al Rey para matarlo por hereje (aquí el que se mueve es hereje), aunque le advierte de que Posa es también peligrosísimo para la Iglesia y el Estado, y que hay que condenarlo igualmente. El Rey duda en hacer caso del Inquisidor aunque entiende que ni él mismo puede hacer frente al poder de la Iglesia.
La oscuridad alcanza su cénit en este dúo de bajos, que más tenebroso no puede imaginarse. La situación y el perfil de los personajes obliga a plantear unas frases prolongadas, un acompañamiento plúmbeo de la orquesta, solemne, formalísimo, un auténtico diálogo sobre el poder. Por favor, leedlo, lo he adjuntado abajo.
En la primera parte es Felipe II quien pregunta y por ello domina en la misma, mientras que coge el relevo el Inquisitore (allor son io che a voi parlerò - ahora me toca hablar a mí). El mismo Felipe II claudica ante la Iglesia entregándole a Posa (Dunque il trono piegar dovrà sempre all'altare - así el trono deberá plegarse siempre ante el altar).
De 2.21.05 a 2.30.45. Ghiaurov y Furlanetto
Jerome Hines (Inquisitore) y Paul Phliska (Felipe II). Dirige Levine
Hines de nuevo, aquí con 29 años, y Siepi con 27 como Felipe II, soberbios como mínimo.
Ghiaurov de nuevo pero como Inquisitore, y Raimondi como Felipe II (en estudio). Dirige Giulini
Scena Seconda
(Filippo, il Grande Inquisitore, cieco,
nonagenario, entra sostenuto da due
frati domenicani. Il Conte di Lerma.)
IL CONTE Dl LERMA
Il Grande Inquisitor!
L'INQUISITORE
Son io dinanzi al Re...?
FILIPPO
Si; vi feci chiamar, mio padre!
In dubbio io son,
Carlo mi colma il cor
d'una tristezza amara.
L'infante è a me ribelle,
Armossi contro il padre.
L'INQUISITORE
Qual mezzo per punir scegli tu?
FILIPPO
Mezzo estremo.
L'INQUISITORE
Noto mi sial
FILIPPO
Che fugga... che la scure...
L'INQUISITORE
Ebbene?
FILIPPO
Se il figlio a morte invio,
M'assolve la tua mano?
L'INQUISITORE
La pace dell'impero i di val d'un ribelle,
FILIPPO
Posso il figlio immolar al mondo
io cristian?
L'INQUISITORE
Per riscattarci Iddio il suo sacrificò.
FILIPPO
Ma tu puoi dar vigor a legge si severa?
L'INQUISITORE
Ovunque avrà vigor,
se sul Calvario l'ebbe.
FILIPPO
La natura,
l'amor tacer potranno in me?
L'INQUISITORE
Tutto tacer dovrà per esaltar la fè.
FILIPPO
Stà ben.
L'INQUISITORE
Non vuol il Re su d'altro interrogarmi?
FILIPPO
No.
L'INQUISITORE
Allor son io che a voi parlerò, Sire.
Nell'ispano suol mai l'eresia dominò,
Ma v'ha chi vuol minar
l'edificio divin;
L'amico egli è del Re, il suo fedel compagno,
Il demon tentator che lo spinge a rovina.
Di Carlo il tradimento che giunse a t'irritar
In paragon del suo futile gioco appar.
Ed io, l'inquisitor,
io che levai sovente
Sopra orde vil di rei la mano mia possente,
Pei grandi di quaggiù, scordando la mia fè,
Tranquilli lascio andar un gran ribelle...
e il Re.
FILIPPO
Per traversare i di dolenti in cui viviamo
Nella mia Corte invan cercato
ho quel che bramo,
Un uomo! Un cor leale! Io lo trovai!
L'INQUISITORE
Perchè un uomo?
Perché allor il nome hai tu di Re,
Sire, se alcun v'ha pari a te?
FILIPPO
Non più, frate!
L'INQUISITORE
Le idee del novator in te son penetrate!
Infrangere tu vuoi con la tara debol man
Il santo giogo, esteso sovra l'orbe roman...!
Ritorna al tuo dover;
La Chiesa all'uom che spera,
A chi si pente,
Puote offrir la venia intera;
A te chiedo il signor di Posa.
FILIPPO
No, giammai!
L'INQUISITORE
O Re, se non foss'io con te nel reggio ostel
Oggi stesso, lo giuro a Dio,
Doman saresti presso il Grande Inquisitor
Al tribunal supremo.
FILIPPO
Frate!
troppo soffrii il tuo parlar crudel!
L'INQUISITORE
Perché evocar allor l'ombra di Samuel?
Dato ho finor due Regi
al regno tuo possente...!
L'opra di tanti di tu vuoi strugger, demente!
Perchè mi trovo io qui?
Che vuol il Re da me?
(Per uscire)
FILIPPO
Mio padre, che tra noi la pace alberghi ancor
L'INQUISITORE
La pace?
FILIPPO
Obliar tu dei quel ch'è passato.
L'INQUISITORE
Forse!
(Esce)
FILIPPO
(Solo)
Dunque il trono
piegar dovrà sempre all'altare!
EL CONDE DE LERMA
¡El Gran Inquisidor!
EL INQUISIDOR
¿Estoy ante el rey...?
FELIPE
Sí. Os he hecho llamar, padre;
Tengo dudas.
Carlos me llena el corazón
de una tristeza amarga.
El infante me es rebelde,
y se ha armado contra su padre.
EL INQUISIDOR
¿Qué método de castigo escoges tú?
FELIPE
El más duro.
EL INQUISIDOR
Me sea sabido...
FELIPE
Que huya... o que el hacha...
EL INQUISIDOR
Y, ¿bien?
FELIPE
Si a mi hijo envío a la muerte,
¿me absuelve tu mano?
EL INQUISIDOR
La paz del imperio vale los días de un rebelde
FELIPE
¿Puedo sacrificarle al mundo a mi hijo,
yo, cristiano?
EL INQUISIDOR
Para salvarnos, Dios sacrificó al suyo.
FELIPE
Pero, ¿tú puedes dar vigor a tan severa ley?
EL INQUISIDOR
Está siempre en vigor,
si se aplicó en el Calvario.
FELIPE
La naturaleza, el amor,
¿pueden silenciarse en mí?
EL INQUISIDOR
Todo se acalla para exaltar la fe.
FELIPE
Está bien.
EL INQUISIDOR
¿No quiere el rey preguntarme nada más?
FELIPE
No.
EL INQUISIDOR
Entonces, seré yo quien os hable, Señor.
En el suelo hispano jamás dominó la herejía;
pero hay quien quiere minar la obra divina.
El amigo del rey, su fiel compañero,
el demonio tentador que lo impulsa a la ruina.
De Carlos, la traición que tanto te irritó
es, en comparación, un juego fútil.
Y yo, el inquisidor,
yo que he levantado a menudo mi mano poderosa
sobre la vil horda de herejes,
por grande que fueran aquí abajo,
olvidando mi fe,
tranquilo dejo andar a un gran rebelde...
y el rey.
FELIPE
Para soportar los hirientes días que vivimos
en vano he buscado en mi Corte
a aquél que deseo, ¡Un hombre!
¡Un corazón leal! ¡Y lo he encontrado!
EL INQUISIDOR
¿Por qué un hombre?
¿Por qué entonces ostentas el nombre de rey?
Señor, ¿es que hay alguien que os iguale?
FELIPE
¡Ya basta, hermano!
EL INQUISIDOR
¡Las ideas del inovador han penetrado en ti!
Pretendes sacudirte, con tu débil mano,
el yugo santo que cubre a todo el orbe romano.
Vuelve a tu deber.
La Iglesia, al hombre que confía,
al que se arrepiente,
puede ofrecerle venia completa.
Te pido al señor de Posa.
FELIPE
¡No! ¡jamas!
EL INQUISIDOR
¡Oh, rey! Si no estuviese contigo en palacio
hoy mismo, lo juro por Dios,
mañana estaríais preso ante el Gran Inquisidor
en el tribunal supremo.
FELIPE
¡Hermano!
¡Demasiado estoy sufriendo ya tu crueldad!
EL INQUISIDOR
¿Por qué evocar ahora la sombra de Samuel?
He dado ya dos reyes
a tu reino poderoso...!
¡Esa gran obra quieres tú destruir, loco!
¿Para qué estoy yo aquí?
¿Qué quiere el rey de mí?
(A punto de irse)
FELIPE
Padre mío, que entre nosotros haya paz.
EL INQUISIDOR
¿Paz?
FELIPE
Olvidar debes todo lo que ha pasado.
EL INQUISIDOR
Tal vez.
(Se va.)
FELIPE
(A solas)
¡Así, pues, el trono
debe plegarse siempre al altar!...