domingo, 8 de diciembre de 2013

Otello (V). Dúo (continuación)

Domingo y Frittoli, Muti dirigiendo.

Plácido ya mayorcete, y Netrebko radiante. No sé a qué espera para cantar el papel entero.

Ahora os pongo un ejemplo clarísimo para que comprobéis la mutación verdiana, comparando el Attila de 1846 con el Otello de 1887! El que no consiga captarlo que me pregunte, porque esto es importante.


Otello (IV). Otello y Desdémona se ponen nostálgicos. Dúo.

Los chipriotas dejan a Otelo a solas con Desdémona. Juntos Otelo y Desdémona recuerdan por qué se enamoraron. Se besan y luego vuelven al castillo. 

En este dúo podemos fácilmente entender la madurez verdiana que demuestra Otello, pues ya no hay una división de recitativo-cantabile-cabaletta ni nada parecido, sino que se presenta como un continuo, todo en uno, con un hilo conductor que apenas repite frases ni melodías, rompiendo así todos los elementos que primaban en cada una de sus óperas iniciales y, más difusamente, en la siguientes.
Considero a este dúo como una de las creaciones más perfectas de la ópera italiana, aunque me costó entenderlo más de un año.

Es uno de los más delicados, con lirismo a la máxima



De 20.35 a 31.00. Domingo y Freni en una actuación absolutamente referencial.

Del Monaco y Tebaldi, dirige Karajan.

De las antiguas, es indiscutible la de Ramón Vinay y Herva Nelli, del 47



Otello (III). Yago la lía. Escena del Brindis.

Ante todo pido disculpas por no haber publicado en los últimos diez días, pues he estado de viaje por la Toscana, pasando por Roma con el único objetivo de ver y escuchar al maestro Muti dirigiendo Ernani, esa delicia verdiana que todos los lectores conoceréis o deberíais conocer. En Firenze no conocía la ópera programada y fui a la aventura : Il capello di Paglia di Firenze, de Nino Rota, más famoso por sus bandas sonoras. Como cierre de año operístico asistí en Madrid a Elisir, de Donizetti, que no sólo de Verdi vive el hombre.

Este retraso implicará que lamentablemente las entradas sean más breves, copiando el argumento literalmente, porque debo de publicar dos diarias de media en lo que queda de año para entrar en tiempo.


"El alférez de Otello, Yago, se ofrece a ayudar al joven veneciano Roderigo en su seducción de la esposa de Otelo, Desdémona, porque él (Yago) quiere vengarse del moro (Yago, Roderigo: Roderigo, ebben che pensi? / "Bien, Roderigo, ¿en qué estás pensando?"). Otelo ha nombrado a Cassio capitán de la armada, un cargo que Yago confiaba en obtener. El pueblo de Chipre celebra el regreso de la armada encendiendo una hoguera (Coro: Fuoco di gioia!/ "¡Fuego de alegría!").
En la taberna, Yago propone un brindis por Otelo y su esposa, Desdémona, mientras Cassio alaba a Desdémona exageradamente (Yago, Cassio, coro, Roderigo: Roderigo, beviam! / "Roderigo, ¡bebamos!"). Yago ofrece vino a Cassio, pero este dice que ya tiene bastante. Yago lo presiona, y cuando Yago ofrece un brindis por Otelo y Desdémona, Cassio se rinde. Yago canta unbrindis y sigue sirviendo vino a Cassio (Yago, Cassio, Roderigo, coro: Inaffia l'ugola! / "Mojáos la garganta"). Montano entra y llama a Cassio para que empiece su guardia, pero se queda sorprendido al descubrir a Cassio bebido y prácticamente incapaz de tenerse en pie. Ante la sorpresa de Montano, Yago explica que de esta manera pasa Cassio cada noche.
Roderigo se ríe de la borrachera de Cassio y éste lo ataca. Montano le dice a Cassio que se contenga, pero Cassio saca su espada y amenaza con romper la cabeza de Montano (Montano, Cassio, Yago, Roderigo, coro: Capitano, v’attende la fazione ai baluardi / "Capitán, la guardia te espera en las murallas"). Cassio y Montano empiezan un duelo, y Yago envía a Roderigo que haga sonar la alarma. Cassio hiere a Montano en el momento en que entra Otelo.
Otelo les ordena bajar sus espadas y pide explicaciones al "honesto Yago" para que le explique cómo empezó el duelo, pero Yago dice que él no lo sabe. Otelo entonces se vuelve hacia Cassio, quien se siente avergonzado y no puede excusar sus acciones. Cuando Otelo descubre que Montano está herido, se enoja. Entra Desdémona, y, al ver que ha sido perturbado el descanso de su mujer, Otelo degrada a Cassio que ya no es capitán (Otelo, Yago, Cassio, Montano: Abbasso le spade / "Abajo las espadas")."


De 11.45 a 20.35