lunes, 29 de julio de 2013

La Traviata (XI). En la fiesta de Flora todo el mundo salía con unas cuantas copas de más

Menuda fiesta ha montado Flora en su casa. Gitanas, toreros, todo tipo de bailes y brindis, toda la nata y flor de la sociedad parisina, disfrutan y ríen como en una bacanal.

Alfredo, como comenté hace un momento, entró en la fiesta porque también estaba invitado, pero iba más bien para fisgonear y luego dejar en evidencia a Violetta, no tanto con la finalidad de pasárselo bien. Ya era noticia y se corrió el rumor de que Alfredo y Violetta se habían separado.


Dos escenografías distintas.

La famosísima y exitosa de Willy Decker estrenada en el Festival de Salzburgo. Personalmente tanta máscara pretenciosa y el tio vestido de Violetta increpando cuanto menos a Alfredo y burlándose de Violetta me parece no sólo fuera de lugar sino también propio de una película de terror.



Eeeeesto me gusta más. Cuenta con la "ventaja" de que está en formato película, firmada por Zeffirelli.
De 13.20 a 20.50.


La Traviata (X). Germont consuela a su hijo como puede y le dice que vuelva a casa, no sólo por Navidad.

Violetta le escribió la carta a Alfredo que ahora lee. Confirma a Flora que irá a su fiesta, cambiando de opinión, y abandona a Alfredo así sin más.

A Alfredo le llega la dichosa carta y la lee con desesperación e incredulidad. Tenía la intención de perseguirla para vengarse porque le ha dejado sin más explicaciones, pero el padre llega justo a tiempo para retenerlo y aplacarle los ánimos, "sugiriéndole" que retorne a Provenza, a su casa (donde me voy a ir la semana que viene precisamente). Casualmente Alfredo lee la carta de Flora invitándole a Violetta a la fiesta, lo que le hace pensar mal, creyendo que se ha ido con Duphol, su antiguo amante, y decide ir para allá a ver si les pilla en el ajo.

Aria de Germont padre, otro personaje secundario en la práctica que casi sólo aparece en el acto II. 
Verdi compone un aria y cabaletta atípicas para un barítono por lo líricas y tiernas, ya que no contienen en esta ocasión odio ni fuerza dramática ni ganas de vendetta. Incluso parece más escrita por Donizetti que por Verdi. Quizá Verdi lo ha hecho a propósito, el diseñarla con un estilo algo ya pasado, porque igualmente maduro es el personaje que la canta.


Bruson

Milnes

Zancanaro


Nucci, con piano, "improvisando"!