domingo, 23 de junio de 2013

Rigoletto (XV). Sì vendetta tremenda vendetta. Un puñao de Vendettas

La vendetta es quizá una de las cabalettas más electrizantes no sólo de Rigoletto sino de toda la producción verdiana. El patetismo de Cortiggiani y el llanto del dúo con Gilda hacen mayor el contraste con la Vendetta, donde Rigoletto estalla literalmente maldiciendo al Duque por todo lo que ha hecho. Gilda, que aún lo ama, pide piedad y perdón a su padre, pero éste tiene muy claro el asunto.

Dados su nervio y bravura es una pieza que a veces se bisa. Por si algunos no lo sabéis, el bis en la ópera es (o debe ser) algo excepcional, tiene que existir un clamor exagerado del público para que un cantante, como agradecimiento, se digne a bisar. Si lo hiciera sin ese aforo encendido podríamos pensar que es un soberbio y un creído, porque nadie le ha pedido que bise.

Ahora está muy de moda bisar vendettas por Leo Nucci, barítono que ya conocéis los que me seguís, lo cual ya parece premeditado, como si estuviera predispuesto a bisarla antes de cantarla. Hay un intenso debate sobre este asunto (¿bisar o no bisar? that's the question) ya que puede decirse por un lado que bisar interrumpe la tensión y el curso de la ópera, y que Verdi en ningún lugar escribió que se bisara. Por el otro se argumenta que si el público de una forma consensuada ha premiado clamorosamente al cantante o cantantes, ¿por qué no? Personalmente, defiendo que si el intérprete ha cantado excepcionalmente el aria/cabaletta y ha causado éxtasis o emoción en el público, me gusta como es natural escuchar aquello que tanto he braveado otra vez más. Ahora bien, distinto es lo que presencié aquí en Murcia en la función de Nabucco el pasado marzo, cuando casi sin dejar aplaudir al público se pusieron a bisar el "Va pensiero". No os creáis que fuera el coro de la ópera de Viena, o el de Valencia que es una maravilla, sino una compañia itinerante de quinta, que tampoco lo hizo mal pero de ahí al bis hay 30 pueblos. No me sentó nada bien ese bis y no volví a aplaudir al coro.

Vendettas las hay con mi bemol agudo de la soprano (opcional) o sin él, más o menos aceleradas, con el "un vindice avrai" más o menos largo, agudo o grave, con acelerón de la orquesta al final o sin él...De las que conozco os pongo mis favoritas. No me cansaré de escuchar buenas vendettas como estas.

Milnes y Sutherland, con el apuntador...


Cappuccilli, y una tal 



Bruson y Rost, con Muti dirigiendo, sin agudos ¡of coruse!




MacNeil y Scotto, que empiezan suave pero el final es la locura.


Aquí las famosas vendettas nuccieras:

1: Con mi admirada Luciana Serra, en una de sus mejores funciones (de ambos) en Parma. Cómo alargan los agudos. El tenor es Kraus, y quiero conseguir ese DVD.


2. También en Parma pero en 2010 con Nino Machaidze. El bis no podía faltar.


Con Patrizia Ciofi en el Teatro Real, 2009, hace justo 4 años porque he leído que casualmente era 23 de junio. Fue el primer bis en el Real, el público estaba enfervorecido, fuera de sí. Tiene más sustancia si recordamos que Nucci cantó solo una o dos noches de las 18 programadas. Las funciones estaban resultando algo anodinas o correctas hasta que llegó Nucci y fue una revolución. Hasta dirigía desde el escenario!



Carlos Álvarez con Mosuc en 2003, Verona. Con bis. Muy chimpunera la orquesta al final...





Y por si os habéis quedado con hambre, aquí tenéis 5 más:
- Aldo Protti con Gabriella Tucci, 1961
- Dietrich Fisher-Dieskau con Renata Scotto, 1963. para muchos DFD es el mejor Rigoletto, de lo cual discrepo por su falta de arrojo e italianità
- Milnes con Sutherland, pero en estudio y sin apuntador, 1971
- Cappuccilli con Cotrubas, 1980
- Wixell con Gruberova, 1982