martes, 9 de abril de 2013

Attila (IX). Duelo de ídem

Attila se despierta de una pesadilla: en su avance hacia Roma me detiene un anciano invencible.

Para superar el sueño, decide llamar a sus hombres y emprender inmediatamente la caminata en dirección Roma, por cualquier camino (todos los caminos conducen a Roma). Aquí evidentemente el cuerpo te pide una cabaletta.

Attila es la ópera de Verdi con un bajo como protagonista de entre las relevantes, pues Oberto también lo es aunque de manera menos significativa.


1. Samuel Ramey es el mejor Attila de la discografía. Porque posee el volumen más que suficiente para afrontarlo, agilidad sobresaliente en su voz, la facilidad para todos los registros, especialmente del agudo, que Attila exige. Y si dirige Muti, el delirio es inevitable.


2. Nicolai Ghiaurov, bajo importantísimo de los 60, 70 y 80, cantó mucho este papel, no tanto como Ramey y no tan maravillosamente, aunque tampoco queda muy lejos.

3. El gran bajo-barítono José Van Dam (no confundir con el actorucho ese de las películas de peleas) creo que sólo la grabó en un CD de arias, nada despreciable.

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