jueves, 14 de noviembre de 2013

Aida (IV). Guerra, guerra, guerra. Trío y concertante.

Radamés no lo tiene tan fácil, pues la malvada princesa Amneris está enamorada de él y se muestra celosa por lo tan soñador que parece Radamés, por lo que le pregunta e inquiere, ya que algo huele. 
Entra la que faltaba, Aida, hecho que desconcierta de alguna forma a Radamés, y esa reacción aporta más sospechas a la orgullosa princesa sobre la relación amorosa entre Radamés y Aida, su esclava predilecta.

Reunida la corte, un mensajero anuncia que los etíopes, con su rey Amonasro (padre de Aida pero nadie lo sabe salvo el público y la propia Aida, creo), han entrado en tierra egipcia destruyéndolo todo a su paso.
El faraón, sin más trámites, declara la guerra nombrando comandante en jefe a Radamés, según los deseos de la diosa Isis. Amneris le entrega la insignia de Egipto y todos claman por la victoria frente a los invasores. Aida no sabe dónde meterse.

El terzetto se convierte en concertante, con el coro en todo en su esplendor clamando guerra guerra guerra contra el invasor, suenan trompetas para animar a la tropa...Ritorna vincitoooor! Chan chan chan chachanchachanchachán...Es un anticipo del fastuoso final del Acto II.


De 10.30 a 23.00


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