martes, 26 de noviembre de 2013

Aida (XVIII). Dúo de la tumba. Se abren las puertas del cielo

Gran escena final del conocido como dúo de la tumba, en el que Aida acude a la tumba donde será enterrado vivo (!!) Radamés para morir junto a él. Se abre el cielo tanto en la escena como en la música.
Aida acaba en pianissimo, dulcemente, en contraste con su popular espectacularidad.
Verdi celestial.

De 2.21.50 al final

Bergonzi y Gencer. Menudo espectáculo. Radamés no será el mejor papel verdiano de Bergonzi, pero aquí destaca sobre otros compañeros en su fraseo y delicado lirismo. Un nudo en la garganta.


Para enmarcarlo entre oro y piedras preciosas. Ambos nos transportan a otra realidad. Bergonzi, y Price, Leontyne y Carlo.


Pavarotti y Chiara, deliciosos.

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