domingo, 11 de agosto de 2013

I Vespri Siciliani (III). Elena canta. Duelo de sopranos.

Elena canta a petición del oficial francés, y aprovecha que el Pisuerga pasa por Valladolid para clamar libertad para el pueblo siciliano, aunque metafóricamente, porque los franceses no se enteran de mucho.

Elena es una soprano verdiana dramática de agilidad, que debe ser hábil en diferentes registros porque combina partes más líricas, de largas frases, con otras de bravura llenas de agilidades complicadísimas (como el aria del Acto V, que tela marinera y nunca mejor dicho).

Es un aria triste, oscura, algo marinera, hasta que de momento se envalentona para dar ánimos al pueblo sicilianio, "coraggio", que no se rindan en la búsqueda de libertad. Parece que nos recuerda al Verdi temprano, porque perfectamente podríamos escucharla en boca de Odabella (Attila) o Giselda (I Lombardi).


La soprano neoyorkina Martina Arroyo basó su carrera operística en Verdi porque su voz, su estilo y su aliento son puramente verdianos. Gran fraseadora, sensual, siempre señora y elegante. Aquí tiene la oportunidad de lucirse, aunque en voz por ejemplo no gana a Leontyne Price o a Tebaldi, otras dos verdianas de referencia que en cambio no cantaron Elena.


La Studer, como dije ayer, no tiene ese aliento verdiano de la Arroyo por ejemplo. Sí cuenta con una voz riquísima, opulenta, plena y muy atractiva, aunque los graves no sean su fuerte. Me gusta mucho esta soprano.


Susan Dunn. De 19 a 25.30. No sé por qué no va de negro.



Montse

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