miércoles, 17 de julio de 2013

Il Trovatore (XIX). Muere hasta el apuntador.

Los 4 protagonistas se unen para poner fin a este gran drama. En primer lugar aparece Leonora, recientemente envenenada, y Manrico se alegra en un primer momento. Ella viene directamente a liberarlo pero parece que le ha cogido el gusto al calabozo y no quiere salir, dice que desprecia su vida, y a Leonora que se vaya. Se plantea qué precio ha dado por la libertad y él mismo al verle la cara se responde, que el precio es ella misma. Le dice de todo "infame", aunque se va relajando. A todo esto Azucena al fondo seguía con su cancioncilla añorando los montes vascos. 

Vuelve la tensión. Manrico le pide explicaciones algo más desarrolladas, y ella le contesta que no está el horno para bollos, que va a ser que no, que se va a morir en breve por el veneno. Manrico ya desespera. Se despiden para siempre. Aparece por detrás el que faltaba, el Conde, que va a matar a Manrico incumpliendo su promesa. Lo mata, y la gitana que parecía que no se estaba enterando de nada sale enloquecida gritando al Conde que era su hermano, y que se ha vengado porque si no lo quemó en la hoguera, lo ha matado su propio hermano. Chan chan chan chan, chachán, chachán. (Sobre todo ahora en verano, que Torrevieja está bien llena)

¿No cuida Verdi la relación entre texto y música? ¿No tiene cada melodía su sentido? ¿No es Trovatore una de las óperas más exigentes? Y añado, ¿acaso no es la de melodías más bellas?




Que quede claro que tanto el tenor y el barítono no son de mis predilectos y que lo pongo porque tiene subtítulos en inglés, porque la escena se entiende, por el  reparto femenino y porque vi esa producción allí en NY. 





Con uno de mis repartos ideales: Bergonzi, Price, Cossotto, Cappuccilli, año 69. Lástima que no fuera grabada en estudio...Escuchar a partir de 2.00.00.

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