miércoles, 21 de agosto de 2013

I Vespri Siciliani (XIV). Todos a salvo. Hay boda. Sabroso cuarteto.

Entra Procida e informa a Elena que ha llegado una nave aragonesa cargada de oro y armas, lo que le devuelve cierta esperanza, que se desvanece cuando aparece Monforte ordenando la ejecución. Arrigo ruega que salve la vida de sus compañeros, a lo que su padre acepta con una condición: que le reconozca ante todos como su progenitor. Al principio duda, pero ante la necesidad clama un "Padre!". Todos son perdonados, y en un clímax de alegría Monforte anuncia la boda de su hijo con Elena para esa misma tarde (a saber cómo se las apañarían para prepararla), sellando la amistad entre Francia y Sicilia. Si lo que Monforte quería era recuperar a su hijo y nada más...

La presencia de los 4 personajes principales provoca un íntimo cuarteto en el que destaca el tenor y la añoranza de la soprano. See nota que Verdi quiere distinguir el mensaje de Monforte, que es de contraste respecto a los otros tres personajes. Tan sublime es el cantabile como el electrizante y majestuoso final, del mejor sabor verdiano.


De 2.04.40 a 2.21.00

2.46.50 a 3.01.30

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